El gran dilema de los autónomos
Que cotización se debe hacer a la Seguridad Social es uno de los grandes dilemas de los autónomos. La peculiaridad de este colectivo (cada uno puede elegir su base entre un mínimo y un máximo) deja en manos del propio trabajador la difícil tarea de determinar la cuantía del ahorro para la jubilación que desea realizar.
La disyuntiva es evidente: pagar más ahora para cobrar una pensión mayor en el futuro o bien ahorrar y confiar en una cobertura privada como complemento.
Dado que el sistema permite la libre elección individual de las bases de cotización, la decisión no es fácil: no solo cuánto (entre el mínimo y el máximo que cada año fija el Gobierno) sino también a qué edad se debería empezar a cotizar más para intentar maximizar el cobro futuro.
Estas decisiones implican «un grado de incertidumbre muy elevado», ya que la elección de la cuantía, «exige una gran cantidad de información y la capacidad de predecir la evolución futura de numerosas variables individuales (ingresos y gastos futuros de la actividad) y agregadas (variables de pensiones, tipos de interés)».
Cobrar una pensión más alta: ¿a qué edad cambio la base?
Gran parte de los autónomos cotizan por la base mínima. Según el informe de Fedea «la base mínima de cotización es, con mucha diferencia, la base elegida de modo más habitual por nuestros trabajadores autónomos (independientemente de su sector de ocupación o características personales)». Datos del Ministerio de Trabajo apuntan a que el 86% de ellos elige la base mínima, que en 2019 se sitúa en 944,40 euros al mes.
Hasta cierta edad, «no existe incentivo a cotizar por encima de esa base mínima”, constata el estudio de Fedea. Es decir, la decisión de cuánto cotizar empieza a ser determinante a partir de la edad en la que la base que elija el autónomo empiece a incluirse en la base reguladora para el cálculo de la pensión. Es lo que el informe de Fedea denomina «edad óptima de primera cotización».
¿Cuál es esa edad óptima para los autónomos?
Depende de muchos factores, entre ellos, la edad actual del trabajador, cuándo se quiere jubilar y qué pensión pública aspira a cobrar. Y es por ello que esa edad es individual y será diferente para cada uno de los trabajadores (ver tabla).
Según este estudio, «no hay nada que premie cotizar por encima de la base mínima en los años que no son tenidos en cuenta para calcular la pensión». Es decir, sería óptimo que todos los autónomos coticen por la base mínima en los años que no se incluyen en la base reguladora de la pensión (aquellos alejados de la edad de jubilación). Cotizar por bases mayores en esas edades “lleva a pagar cuotas sociales superiores pero no tiene ningún impacto en la pensión”. Así, si una persona planea jubilarse a los 67 años, esto supone que debería empezar a plantearse bases elevadas a partir de los 42 años.
Pero hay que tener en cuenta que desde 2011, la edad límite en la que el autónomo puede elegir libremente su cotización se sitúa en 47 años. Además, la edad legal de jubilación se va elevando gradualmente hasta que alcance los 67 años en 2027. Y también se va ampliando el número de años incluidos en la base reguladora, que se situará en los 25 años en 2021. Todo ello complica los cálculos del autónomo: teóricamente, entre los 42 y los 47 años es la edad en la que debe decidir cuándo elevar la base.
Fuente:https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/07/17/midinero/1563348141_282305.html